Los mercados financieros al poder
El fin de la era del “dinero barato” a nivel global le suma incertidumbre a una economía internacional que no ha logrado remover las raíces estructurales que engendraron la crisis de 2008.
El fin de la era del “dinero barato” a nivel global le suma incertidumbre a una economía internacional que no ha logrado remover las raíces estructurales que engendraron la crisis de 2008.
Durante el año 2017 la economía mundial experimentó un repunte endeble del crecimiento y el comercio. La incertidumbre continúa siendo el rasgo predominante en esta fase de débil recuperación del nivel de actividad a escala global.
El escenario global que describimos condiciona seriamente la sostenibilidad de la estrategia oficial de mantener la gobernabilidad del mercado de cambios a través del influjo de deuda externa y dólares especulativos.
Las fuentes de demanda que habilitaron tal crecimiento –consumo privado e inversión pública– se proyectan más débiles para el corriente año.
La reducción del costo laboral –salario directo e indirecto– es parte del núcleo duro de las estrategias de “oferta” impulsadas por el pensamiento ortodoxo que ha vuelto a guiar la política económica.
La alternativa que a nivel global ofrece el neoliberalismo para paliar la pérdida de los trabajadores en la distribución del ingreso es el crédito.